La carne de caballo es la más rica en ácidos grasos Omega 3 que son esenciales para la salud de las personas, de igual manera es la más rica en vitamina B, la más tierna y la más digestiva, siendo esta especialmente indicada para niños, ancianos, embarazadas, deportistas de alto rendimiento y personas con patologías estomacales o patologías de anemias derivadas del cáncer, problemas de alergias a ciertas proteínas y muy recomendada en general.
Según la tesis doctoral del Area de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Navarra, la carne de caballo es 9 veces más rica en ácidos grasos esenciales que la de vacuno.
Además mantiene índices superiores de aterogeneicidad y trombogeneicidad por lo que la carne es beneficiosa para la salud de las personas con edades avanzadas.
Estos índices indican el efecto de la grasa sobre la salud y de posibles patologías cardiovasculares. El índice de aterogeneicidad se relaciona con la arteriosclerosis (el consumo de grasas saturadas y colesterol favorece la arteriosclerosis) y el índice de trombogeneicidad se asocia con la trombosis arterial (su origen depende de las plaquetas sanguíneas, actividad regulada por los eicosanoides o prostanglandinas).